Creo que aquí vale la pena usar un ejemplo que suelo presentar en clase. Imagínense que van a realizar un viaje entre dos ciudades con un vehículo de gama alta en 2 días.
¿Qué es lo primero que van a tener que conocer? Lo más sensato es conocer primero la ruta, es decir contar con un mapa. En el ejemplo el mapa de la carretera o de las diferentes carreteras por las cuales puedo llegar a mi destino, representa el mapa de futuro. Después de esto, sí puedo hacer cualquier plan, como por ejemplo: en donde descansar, cuánto combustible cargar, cuánto tiempo puedo gastar, etc. La mayoría de los procesos de planeación se fundamentan en el pasado y esto tiene efectos muy perjudiciales para la administración pública o privada. Vamos a ver un ejemplo. Si tengo una empresa o soy funcionario estatal relacionado con el comercio exterior, pero no se que va a pasar con la tasa de cambio del Dólar en los siguientes 4 años, voy a correr el riesgo de aumentar los costos de importación o impactar las operaciones de exportación por falta de previsión. Hacer planeación estratégica sin explorar antes el futuro, es salir de casa sin mapa, intentando viajar con un destino claro pero sin saber por que ruta conducir, y lo peor, preguntando por el camino. Si se observa en detalle, la mayoría de organizaciones hacen esto. Si bien es fácil reconocer la necesidad de priorizar y hacer primero ejercicios de futuro, en la práctica casi nunca se hace. Lo que sí hacen la mayoría de organizaciones para hacer su plan estratégico, es reunir a sus directivos, establecer necesidades de alto impacto, (con cualquiera de las metodologías existentes), y finalmente, determinar su visión y objetivos estratégicos. Esto sería algo así como reunirse con la familia, anunciar que en dos días se van de viaje, y luego, aventurarse sin conocer el camino. Imaginense que por ejemplo se haya presentado un derrumbe en la carretera, o que el clima se complique, o que no haya estaciones de combustible en la vía, y nos quedemos sin energía. Es admirable, y lo digo con mucho conocimiento de causa, como la lógica del pasado gobierna la planeación estratégica. En algunas, y son muy pocas organizaciones más avanzadas, se toman los factores o variables más relevantes que pueden influir sobre el futuro del negocio y la organización, y hacen una proyección tendencial, basados en la frecuencia estadística. Esto es lo que hace Google Maps, cuando utilizamos la capa de tráfico. Si alguna vez has usado esta página web que cuenta con un aplicación móvil, puede ser que te admires al consultar al sistema como va a estar el tráfico en una horas. Google puede hacer un proyección estadística sobre las vías, informando al usuario en donde podrían presentarse bloqueos de vías, basado en lo que Google llama: tráfico usual. Si bien, como veíamos esto es más avanzado, sigue teniendo problemas. Que el tráfico sea usual, no significa que hoy por ejemplo a las cinco de la tarde, en la vía principal de salida de la casa, no se haya presentado un accidente que la bloquée totalmente. La proyección tendencial de los datos del pasado para estudiar el futuro, tampoco es una respuesta de alta efectividad. Siempre que veo este tipo de actuación vuelvo al ejemplo del vehículo y el viaje, y me pregunto: ¿Si el objetivo es planear, y no se tiene en cuenta el futuro en todo este esfuerzo, que solo nos lleva a reaccionar, entonces para que planear?, ¿Solo por que lo exige la alta dirección o el gobierno?, ¿Planear es solo llenar los formatos obligatorios?. Creo que en este caso se estaba confundiendo planeación participativa, con anticipación para la planeación. Julian Eduardo Meneses Oliveros Cofundador
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