El 2018 no fue un buen año en el desempeño económico mundial. La competencia comercial entre Estados Unidos y China, desaceleró las tasas de crecimiento del comercio mundial hasta un 3,5%. De igual forma la política fiscal estadounidense, impulsada por recortes de impuestos y las medidas adoptadas por la FED, han generado incertidumbre en los mercados financieros internacionales, afectado las tasas de interés y la volatilidad de los flujos de capital, impulsado la apreciación del dólar y por ende, causando la depreciación de muchas modas de varias economías emergentes como la colombiana, ejerciendo presión sobre la deuda externa.
Colombia llegó en 2018 a un déficit en la cuenta corriente del 3,9% del Producto Interno Bruto, y para corregirlo, es necesario aumentar el ahorro a través de la recolección de impuestos y disminuyendo el gasto público. De igual manera, otra solución sería hacer más flexibles la creación de empresa y el mercado laboral para con ello dependen menos del sector público. La Ley de Financiamiento es otro punto clave para hacer al país económicamente vulnerable, ya que se depende en gran medida del comportamiento del precio del petróleo y del dólar, lo que dificultaría el financiamiento del Gobierno. A esto se suman los gastos económicos a los que se debe enfrentar la nación debido a los bloqueos por la comunidad indígena en Cauca y Nariño, los cuales han generado grandes pérdidas económicas que superan los COP$2.300 millones[1], principalmente en el sector agropecuario. El desabastecimiento de bienes básicos de consumo generó también que el Gobierno tuviera que comprar 705.000 galones de gasolina “extra” y 450.000 galones de diésel “2”[2], a la empresa estatal Petroecuador, aumentando así el gasto. Aunado a lo anterior, la crisis en el vecino Venezuela ha repercutido en gran medida a la economía de las ciudades fronterizas como Cúcuta (Norte de Santander), donde el comercio se encuentra paralizado[3], lo que demuestra la dependencia de esta economía a las dinámicas venezolanas. También es una de las ciudades con mayor tasa de desempleo e informalidad laboral. Así pues, para concluir se puede evidenciar que las dinámicas internacionales tienen mucha influencia en el desarrollo económico colombiano. El gasto en el que debe incurrir el Gobierno para sobrellevar la crisis migratoria y la dependencia de los segmentos económicos manejados por el estado, jugarán un papel fundamental en el comportamiento fiscal del país. No obstante, la situación se puede evitar creando políticas que atraigan la inversión extranjera y con ello generen empleo que le permita a los ciudadanos no depender de las ayudas estatales, de esta manera se reduce la demanda de gasto estatal. [1] Consultado en RCN Radio (2019). Se agudiza crisis económica en Nariño por bloqueos en el Cauca. http://bit.ly/2FWcAwn [2] Consultado en Portafolio (2019). Por paro indígena, este fin de semana entrará combustible de Ecuador. http://bit.ly/2OJbQh3 [3] Consultado en Infobae (2019). Cúcuta, víctima de la crisis de Venezuela al otro lado de la frontera. http://bit.ly/2K3oYPu
1 Comentario
LUIS G. GARZÓN TORRES
4/23/2019 15:31:59
Magnífico documento, corto y fácil de digerir. gracias Julian.
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