El pasado jueves 13 de Junio se inició la recolección de firmas que busca derogar la JEP y anexo a ello cambiar los magistrados de altas cortes, todo ello viene a ser el desenlace de un enfrentamiento ideológico entre los defensores y los detractores del proceso de paz. El origen de la ruptura política del país se da el 02 de Octubre de 2016, ese día, contra la mayoría de pronósticos, el NO derrotó al SI en las urnas respecto a la pregunta que buscaba el apoyo de la población al proceso de paz. El gobierno de ese entonces tuvo que reunirse con los promotores del NO y definir una ruta de negociación, la cual dificultaba sus intenciones de tener en marcha todo el soporte jurídico que el acuerdo con las FARC requería. Por lo anterior, el gobierno de Juan Manuel Santos decidió continuar por otras vías con su objetivo. En 2017 luego de que la corte constitucional sentenciara su apoyo al acto legislativo 02 que funge como artículo transitorio, muchos manifestaron que el hecho debía ser considerado como un blindaje al acuerdo de paz, y se le consideró un espaldarazo a Santos para proceder, sin embargo otros advirtieron que se trataba de un asalto a la soberanía del ejecutivo, pues se le sometería al gobierno entrante a mantener como prioridad la agenda del gobierno anterior. En el aspecto jurídico lo que se esperaba era que los resultados le entregaran la potestad a los promotores del NO de decidir sobre lo acordado, con autonomía incluso para reversar en su totalidad el acuerdo, pero lo que sucedió en realidad fue que los promotores del acuerdo ignoraron las inquietudes y demandas de los detractores y llevarán a cabo sin mayores cambios, el acuerdo inicial. El modo en que se desarrollaron los acontecimientos nos conduce a concluir que para ambas partes, el escenario será político. Por supuesto que habrá apoyo en lo jurídico, pero el escenario jurídico es tan complejo que unos artículos anulan a otros, para dar un ejemplo: La ley 137 de 1994 en su artículo 40 respalda la iniciativa de derogación pero el artículo 22 de la constitución respalda el acuerdo en base al argumento de la paz como derecho. Por ello se justifica que la iniciativa para derogar la JEP nazca de la voluntad popular y no de una convocatoria de presidencia, pues si la acción la convoca directamente presidencia la oposición podría acusarle de desconocer la voluntad popular. ¿Que pasa si el referendo logra las metas electorales?El referendo es viable desde el punto de vista jurídico, la decisión de que sea una iniciativa popular es acertada para darle legitimidad, sin embargo además de que las metas electorales son altas, 9.262.415 votos y luego debería pasar por el congreso, finalmente la batalla será netamente política, en donde los detractores del acuerdo tienen un panorama difícil si se tiene en cuenta la presión internacional.
Lo más probable es que el gobierno entienda sus cartas y contemple que lo mejor que puede lograr es adjuntar al acuerdo las objeciones que en principio ha estado promoviendo, ello depende enteramente de la voluntad del presidente Duque, que tendrá que asumir un costo político en ambos escenarios; si anexa las objeciones, la oposición tomará fuerza, si no lo hace, su propio electorado se alejara de él y de su partido que perdería credibilidad para las votaciones presidenciales de 2022, cediendo así en elecciones a la centro-izquierda y a la izquierda radical, concluyendo finalmente en una eventual presidencia de alguna de éstas vertientes ideológicas.
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En América Latina, especial y últimamente en Colombia se ha debatido la posibilidad de reemplazar el petróleo y el carbón como fuentes de ingreso por otros commodities para con ello evitar una posible mono-dependencia y por tanto caer en la denominada “enfermedad holandesa”. Por ahora el debate se ha dado solo en lo político, en donde reconocidas figuras han propuesto alternativas basándose en la experiencia de otras economías. Los que no han participado de igual forma en la discusión, o al menos no se han hecho notar, son los conocedores del tema, por ello, en este artículo vamos a analizar los datos, cifras, estadísticas y demás factores que puedan determinar la posibilidad de reemplazar al petróleo y al carbón por otros sectores de la economía.
El petróleo crudo representa el 28% de las exportaciones, las briquetas de carbón un 20%, el refinado de petróleo un 5.3% y el coque (derivado del carbón) el 1.5%, la suma total supera el 56% del total de las exportaciones tomando en cuenta el coque de petróleo, la minería de cobre y el cemento. El café representa el 6.9% de las exportaciones, las flores cortadas el 3.6% y los plátanos el 2.8% lo que supera un 14% si tomamos en cuenta los demás productos de origen vegetal. Durante los últimos 8 años el precio del café cayó más del 50%, la peor caída la sufrió en 2019, este año el café colombiano se retiró de la bolsa porque le era imposible competir. La caída internacional del precio se debe principalmente al avance tecnológico que le permite a la agroindustria producir más rápido, en mayor volumen y a menor costo, ello acrecienta el margen de ganancia y les brinda la posibilidad a los productores de disminuir el precio. A diferencia de otras naciones, en Colombia no se ha visto reflejada en forma positiva la intervención del estado en forma de subsidios en ese sector, al contrario parece haberse convertido en una especie de muleta que le impide al sector desarrollarse, en el caso del café, los cultivadores no diferencian entre recibir ingresos de manos del estado que de manos del mercado, pero para el gobierno si representa una diferencia, pues cuando el estado subsidia un sector de la economía, este le representa un egreso, no un ingreso. Lo anterior no significa que el sector petrolero sea perfecto, el descubrimiento de nuevas reservas y de nuevos métodos de extracción también han repercutido en el precio del petróleo, hecho que el gobierno ha manejado con una tasa de cambio flotante flexible, la caída de 2014 representó una pérdida para la moneda colombiana de alrededor del 30% frente al dólar. Como vemos, ambos sectores han generado para el país situaciones de inestabilidad, pero no se puede pasar por alto el hecho de que el porcentaje de exportaciones del sector del petróleo y sus similares supera por más de 42% al de productos vegetales, por lo cual no se puede tener como una alternativa real si se toma en cuenta además el hecho de que las empresas del sector de la minería le pertenecen en su mayoría al estado, o sea que este percibe las ganancias casi netas, distinto al sector de la agricultura en el que los ingresos recibidos provienen del sistema de impuestos . ¿Algún país se ha hecho potencia basado en su sector agrícola? China e India se disputan el puesto de potencia agrícola, China exporta 23.5 billones de dólares mientras que India exporta 17.5 billones, pero para ninguna de las dos naciones, la agricultura es siquiera uno de sus 5 principales sectores económicos, para China lo son las máquinas que equivalen a 1.17 trillones y para India los productos químicos y la joyería que en conjunto suman más de 80 billones, un dato curioso de India es que el sector del petróleo y similares supera por más del 45% los ingresos percibidos por el sector de los productos de origen vegetal. Teniendo en cuenta los datos podemos concluir que no es posible remplazar el sector del petróleo por el sector agrícola, el camino más bien parece ser reemplazarlo por un sector compuesto de valor agregado, como el textil, el tecnológico, como es el caso de Japón por ejemplo, o los productos químicos como es el caso de India. Datos económicos: https://atlas.media.mit.edu/es/profile/country/ Potencias agrícolas: https://www.actividadeseconomicas.org/2012/11/los-mayores-productores-agricolas-del.html |
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